26.estudio

volvamos al papel

Mea culpa. Les voy a hacer un resumen de lo que fue mi último año en términos fotográficos familiares personales. Carpetas: 10 (una por mes menos algunos meses que me puse floja) Subcarpetas: 32 (ordenadas por viajes, eventos, momentos en la casa, etc) Archivos totales: 2.143 Fotos impresas: 0, si 0. Y si voy un poco más atrás en el tiempo la situación no es muy distinta (a pesar de ser mi new year resolution todos los primeros de enero).

Amo con todo mi poder ver mi casa repleta de fotos en las repisas, pasillos, etc, pero algo nos está pasado que perdimos la costumbre de imprimir, de tener un álbum de fotos a la mano para hojear con los amigos y familia mientras nos tomamos una copa de vino. 

La fotografía digital no abrió un mundo fascinante. Pasamos de cuidar cada una de las tomas de un rollo, cuidarlas con la vida y luego imprimirlas todas, a sacar millones de fotos, descargarlas, mirarlas a la rápida, guardarlas y listo. Sabemos que están ahí, eso nos da seguridad. Sabemos que nuestros recuerdos están almacenados en algún lugar del disco duro de nuestro computador o nube, pero cuándo volvemos a enternecernos con las primeras sonrisas de nuestros niños? lo gordas de sus patitas antes que se estilizaran? o nos teletransportamos en el tiempo y volvemos a disfrutar ese viaje familiar de hace años en el que vivimos tantos buenos momentos? Yo, por mi parte, la única vez que lo hago es cuando cambio de celular y respaldo los archivos. Es ahí cuando me pongo a mirar fotos que no puedo creer que tenía y lo paso tan tan bien haciéndolo.

Si, nos falta tiempo. A mi además se me junta una buena dosis de perfeccionismo. Quiero imprimir las mejores obras de arte de mis niños, en la mejor calidad y que el álbum no sea cualquiera, por eso además tengo que diseñarlo perfectamente, y así…. me voy durmiendo en los laureles porque entre sesiones de clientes y la vida misma ya no quedó tiempo para el proyecto perfecto. Mea culpa dos, lo ideal es enemigo de lo bueno y además muchas veces lo que más disfrutamos recordar es la imperfección misma de la vida. 

Pero bueno, a buscar soluciones y ponerse a imprimir. Hoy existen muchas alternativas a través de las cuales podemos mandar los archivos digitales y luego retirar las impresiones o que nos lleguen a la casa. Para nosotras, como fotógrafas,  es muy importante la calidad de la impresión de los laboratorios en los que confiamos nuestras fotos. Nos fijamos en la calidad del papel y sobretodo, de la fidelidad de los colores (que veamos lo mismo en la pantalla que en el papel). Por esto, y tras muchas pruebas hemos llegado a nuestros favoritos, los cuales queremos compartir con ustedes

En cualquiera de los casos los archivos se pueden mandar a través de correo electrónico u otra vía sin moverse de la comodidad de sus casas. Así que no más excusas! Volvamos a disfrutar de fotos impresas, que nos evocan tantas emociones, alegran nuestros espacios y nos permiten compartir con más personas nuestras historias.

Que la fotografía digital no nos haga dependientes de una pantalla para admirar tantos recuerdos lindos que tenemos guardados, y así de una vez por todas volvamos al papel.